Hoy nos metemos de lleno en unas moléculas imprescindibles para el rendimiento deportivo, unas hormonas que juegan un papel fundamental en el anabolismo y la fuerza muscular; los ANDRÓGENOS.
Los andrógenos son hormonas masculinas, entre las cuales se encuentran la testosterona, la androsterona y la androstenediona entre otras. Los andrógenos son hormonas esteroideas cuya función principal es estimular el desarrollo de los caracteres sexuales. Los andrógenos, básicamente la testosterona, son segregados por los testículos, pero también por los ovarios en la mujer (androstenediona) y por la corteza suprarrenal de las glándulas suprarrenales (como dihidroepiandrosterona). En el hombre solamente el 10% de los andrógenos tienen un origen suprarrenal. En relación con el rendimiento deportivo, la testosterona es la androgenia más relevante.
Aun así, el papel de los andrógenos en el rendimiento deportivo es complejo y multifacético. Algunos de los efectos potenciales de los andrógenos en el rendimiento deportivo incluyen:
1. Desarrollo muscular: La testosterona tiene efectos anabolizantes, lo que significa que puede estimular el crecimiento muscular y la síntesis de proteínas. Esto puede aumentar la fuerza y la masa muscular, implicando mayor rendimiento deportivo.
2. Producción de glóbulos rojos: Los andrógenos pueden aumentar la producción de glóbulos rojos, lo que mejora el transporte de oxígeno a los músculos y, en teoría, puede mejorar la resistencia. Este punto ya lo hemos visto en anteriores blogs y podemos ver la asociación directa de diferentes rasgos deportivos.
3. Recuperación: A su vez, los andrógenos aceleran la recuperación muscular después del ejercicio, lo que podría permitir un entrenamiento más frecuente e intenso.
4. Motivación y agresión: Algunos estudios sugieren que los andrógenos, especialmente la testosterona, pueden estar relacionados con la motivación, la agresión y la competitividad, lo que podría influir en el rendimiento deportivo, sabiendo utilizar estas armas de forma inteligente.
Es importante destacar que la relación entre los andrógenos y el rendimiento deportivo es compleja, y los efectos pueden variar según factores individuales, como la genética, el entrenamiento y la dieta. Además, el uso de andrógenos exógenos (esteroides anabolizantes) con fines de mejora del rendimiento está prohibido en la mayoría de las competiciones deportivas y puede tener efectos secundarios perjudiciales para la salud.
La regulación de los niveles de andrógenos es fundamental para mantener un equilibrio saludable. La administración inapropiada de andrógenos ya sea en forma de esteroides sintéticos o de otras sustancias, puede tener consecuencias negativas para la salud, como alteraciones hormonales, daño hepático, problemas cardiovasculares y efectos psicológicos adversos.
Por desgracia estas hormonas se conocen demasiado, pero no en los términos de salud que nos interesan. El DOPAJE hace mucho daño a la imagen del deporte con multitud de casos que han salpicado a múltiples modalidades, tanto de potencia como de resistencia. Pero bien, si os decimos que desde SPORTNOMICS podemos predecir si tu genética puede conferirte una ventaja en la producción de estas hormonas, la película cambia.
Por este motivo, los deportistas que genéticamente no están favorecidos por la producción de andrógenos las consiguen de forma exógena, perjudicando claramente su salud a costa de “trucar” su rendimiento deportivo. Nosotros intentamos ir con la verdad por delante y comentarte innatamente tu capacidad para la producción de estas hormonas.
Ahora bien, la producción de andrógenos, como la testosterona, está influenciada directamente por factores genéticos y se lleva a cabo a través de una serie de procesos bioquímicos regulados por genes específicos que se enlazan con el rendimiento deportivo, como os comentamos a continuación:
1. Enzimas en la síntesis de esteroides: La producción de andrógenos implica una serie de reacciones enzimáticas, y las enzimas específicas involucradas en la síntesis de esteroides están codificadas por genes. Por ejemplo, el gen CYP17A1 codifica una enzima llamada 17α-hidroxilasa, esencial para la síntesis de andrógenos. Las variaciones genéticas en estos genes pueden afectar la eficiencia de estas enzimas y, por lo tanto, la producción de andrógenos.
2. Genes reguladores: Además de los genes que codifican directamente las enzimas involucradas en la síntesis de andrógenos, hay genes reguladores que controlan la expresión de estos genes. Variaciones genéticas en regiones reguladoras pueden afectar la cantidad de andrógenos producidos.
3. Receptores hormonales: Los receptores de andrógenos, que se encuentran en diversas células del cuerpo, también están influenciados por la genética. Las variaciones genéticas en los genes que codifican estos receptores pueden afectar la sensibilidad celular a los andrógenos, lo que a su vez influye en la respuesta del organismo a estas hormonas.
4. Polimorfismos genéticos: Los polimorfismos genéticos, que son variaciones comunes en la secuencia del ADN entre individuos, pueden afectar la producción de andrógenos. Por ejemplo, ciertos polimorfismos en genes relacionados con la síntesis de andrógenos pueden contribuir a diferencias interindividuales en los niveles de estas hormonas.
La genética, en el caso de la producción de andrógenos desempeña un papel crucial en su producción, y las variaciones genéticas individuales pueden contribuir a las diferencias en los niveles de estas hormonas entre las personas y por tanto en su rendimiento deportivo.
La interpretación de cómo estos factores interactúan entre sí, nos puede ayudar a desarrollar enfoques personalizados para una óptima preparación física para protegerte tu salud y sacar lo mejor de ti y sobre todo a evitar aspectos tan dañinos para la imagen del deporte como es el dopaje.