Seguimos esta semana con el resumen de los rasgos que desde SPORTNOMICS os ofrecemos en nuestras pruebas genéticas.
Hoy toca hablar de la frecuencia cardiaca en reposo, ya que vemos en muchas noticias como deportistas de élite presentan una frecuencia cardiaca en reposo de 35-40 ppm, mientras que otros deportistas no llegan nunca a estos valores en su frecuencia cardiaca. ¿cómo es posible?
Pues bien, la genética puede tener un impacto significativo en la frecuencia cardíaca en reposo de una persona.
La frecuencia cardíaca en reposo se refiere a la cantidad de latidos cardíacos por minuto cuando una persona está en un estado de relajación completa, sin actividad física ni estrés. Esta frecuencia cardíaca en reposo puede variar de una persona a otra y está influenciada por una combinación de factores genéticos y ambientales.
Os voy a presentar algunas de los aspectos en los que la genética puede afectar la frecuencia cardíaca en reposo:
Descendencia: Los genes juegan un papel importante en la determinación de la estructura y función del corazón, así como en la regulación de la frecuencia cardíaca. Algunas personas pueden heredar genes que predisponen a una frecuencia cardíaca en reposo más alta o baja, por lo que los padres “serán los culpables” de nuestras aptitudes en este rasgo.
Variabilidad: Existe una variabilidad genética natural en la población que puede influir en la frecuencia cardíaca en reposo. Algunas variantes genéticas ampliamente estudiadas se han presentado con una evidente asociación con una mayor predisposición a tener una frecuencia cardíaca más alta o baja.
Regulación del sistema nervioso autónomo: El perfil genético también puede influir en la regulación del sistema nervioso autónomo, que controla esta frecuencia cardíaca. Algunas personas pueden tener una mayor actividad simpática (que aumenta la frecuencia cardíaca) o una mayor actividad parasimpática (que disminuye la frecuencia cardíaca) debido a diferentes marcadores genéticos.
Enfermedades genéticas: Algunas enfermedades genéticas, como el síndrome de Marfan, canalopatías o marcadores implicados en el síndrome de Brugada, pueden afectar la estructura y función del corazón, lo que a su vez puede influir en la frecuencia cardíaca en reposo.
Como os hemos comentados en anteriores blogs, es importante tener en cuenta que la genética interactúa con diferentes factores, como el estilo de vida, la actividad física, la dieta y el estrés, y esta “unión” es la que nos va a determinar la frecuencia cardíaca en reposo de una persona y en este caso de un deportista. Por lo tanto, aunque la genética puede desempeñar un papel importante, otros factores también son cruciales.
Si estás preocupado por tu frecuencia cardíaca en reposo o crees que podría haber una influencia genética en tu salud cardíaca, es importante hablar con un médico y/o genetista. Se pueden realizar evaluaciones y pruebas específicas para comprender mejor cómo tu genética y otros factores pueden estar afectando tu frecuencia cardíaca y tu salud cardiovascular en general, que pueden desencadenar en tu rendimiento deportivo.
La genética, por lo tanto, va a jugar un papel importante en la predisposición de un individuo y/o deportista a experimentar estas adaptaciones a la frecuencia cardiaca en reposo en respuesta al ejercicio.