Seguimos con la información acerca de la relevancia que el Microbioma presenta en nuestra salud y en el rendimiento deportivo, como hemos visto semanas atrás, pero vamos a seguir avanzando en la difusión de conceptos de un término que está cada día más presente en nuestras vidas y en el argot de los que vivimos del deporte “personalización e individualización”.
En este caso, entender y comprender el microbioma puede llevar a esa “Medicina personalizada” en función de los microorganismos que nos “protegen” de todos los aspectos comentados con anterioridad.
Este microbioma desempeña un papel fundamental en la salud general y puede tener implicaciones en el rendimiento y la medicina deportivos, aunque como os hemos explicado anteriormente, la investigación en esta área aún está en desarrollo. A continuación, os presento los puntos clave relacionados con el microbioma, tratamientos médicos y rendimiento deportivo;
- Digestión y absorción de nutrientes: El microbioma intestinal ayuda en la digestión de alimentos y la absorción de nutrientes, lo que puede ser crucial para el rendimiento deportivo óptimo, como ya os he explicado en anteriores posts. Un microbioma equilibrado puede contribuir a una mejor absorción de carbohidratos, proteínas y otros nutrientes esenciales utilizados por el cuerpo durante el ejercicio físico.
- Inflamación y recuperación: El microbioma también puede influir en la respuesta inflamatoria del cuerpo a la actividad física, también visto en anteriores posts. Un microbioma con una composición equilibrada ayudará a reducir la inflamación y promover una recuperación más rápida después del ejercicio, lo que puede ser beneficioso para los deportistas y aumenta su rendimiento durante periodos de tiempo más prolongados.
- Regulación del peso y composición corporal: La composición del microbioma puede influir en la regulación del peso corporal. Se ha demostrado que un microbioma desequilibrado se asocia con problemas de peso, lo que puede afectar el rendimiento deportivo, ya que el exceso de peso puede disminuir la capacidad de un atleta para realizar ciertos ejercicios, sobre todo en modalidades de resistencia y habría que “personalizar” esa alimentación para evitar estos problemas.
- Respuesta inmunitaria: El microbioma también juega un papel importante en la regulación del sistema inmunológico, como os comenté la semana pasada en el post. Un microbioma saludable puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, lo que es importante para los atletas que están expuestos a un mayor riesgo de infecciones debido al estrés físico y condiciones ambientales desfavorables.
- Tratamientos médicos y antibióticos: Los tratamientos médicos, como el uso de antibióticos, pueden alterar temporalmente la composición del microbioma. Esto puede tener efectos secundarios en la salud y el rendimiento deportivo. Por lo tanto, es importante que los atletas se sometan a una supervisión médica adecuada cuando se les prescriban tratamientos que puedan afectar su microbioma y con ello un tratamiento “individualizado y personalizado” que busque la salud y la no afectación del deportista.
- Personalización: Cada persona tiene un microbioma único, lo que significa que lo que funciona para un deportista puede no funcionar de la misma manera para otro. Algunos deportistas pueden beneficiarse de intervenciones dietéticas o suplementos probióticos específicos para optimizar su microbioma y, por lo tanto, mejorar su rendimiento, pero nunca sin información de su microbioma y asesoramiento médico.
Como os he venido explicando en anteriores semanas y podéis entender en cada uno de los posts publicados, la composición del microbioma puede variar significativamente entre individuos y puede influenciarse por factores como la dieta, la genética, el estilo de vida, el entorno y la salud en general.
Desde SPORTNOMICS seguimos preparando y estudiando los puntos fuertes de la implicación del microbioma y os seguimos informando de esta forma de entender el rendimiento deportivo junto a los perfiles genéticos, ya que todo suma.