¿Tienes el “gen ganador”?
En otra época, nuestros antepasados fantaseaban con mitos y leyendas que hablaban de ciudades edificadas en oro o de un manantial que emanaba agua de la eterna juventud.
Tales historias siguen presentes en nuestra cultura hoy en día. No obstante, todos reconocemos su carácter ficticio e, incluso, nos preguntamos: ¿realmente creían en estas cosas en el pasado?
Esto me ha hecho pensar... ¿qué ideas que estimamos válidas en nuestro tiempo, encajan mejor en una película de superhéroes que en un estudio científico?
El “gen ganador” es un concepto extendido en la cultura popular, por ejemplo, en discursos motivacionales o crónicas deportivas, pero no tiene un significado científico o ampliamente aceptado en genética o biología.
El éxito en el deporte – así como en otras áreas de la vida - se obtiene gracias a un cúmulo de factores genéticos, ambientales, culturales y personales. Cualquier persona exitosa puede afirmar que sus logros son el resultado de una combinación de talento, habilidades, esfuerzo,
oportunidades, motivación, etc.
Debido a su dotación genética, ciertos individuos tienen una predisposición natural para sobresalir en modalidades que requieren fuerza y potencia, como el levantamiento de pesas o el lanzamiento de jabalina. Otros pueden tener una habilidad excepcional para deportes que demandan agilidad, coordinación y velocidad, como el fútbol, el baloncesto o el tenis.
Cada deporte tiene características específicas que pueden favorecer ciertos talentos, que se asocia con una serie de capacidades físicas y cognitivas específicas. En tal caso, se puede afirmar que existen rasgos genéticos que confieren ventajas competitivas.
A continuación hablaremos de varios ejemplos ilustrativos:
- El gen ACTN3 codifica una proteína llamada alfa-actinina-3, que está presente en las fibras musculares de contracción rápida. Un polimorfismo común en este gen es la ausencia del alelo R577X, lo que resulta en la falta de producción de esta proteína. Se ha sugerido que las personas con el alelo R577X ausente pueden tener una mayor proporción de fibras musculares de contracción lenta (tipo I) y podrían tener cierta ventaja en deportes de resistencia.
- El gen ACE2 codifica la enzima convertidora de angiotensina, que está involucrada en la regulación de la presión arterial y la función cardiovascular. Un polimorfismo común en este gen es la inserción/deleción (I/D) de un fragmento de ADN. Se ha sugerido que los individuos con el genotipo II (inserción homocigota) pueden tener una mayor capacidad de resistencia aeróbica y rendimiento en deportes de resistencia, mientras que los individuos con el genotipo DD (deleción homocigota) podrían tener ventajas en deportes que requieren fuerza y potencia.
- El gen EPAS1 este gen está asociado con la respuesta del organismo a la hipoxia (baja disponibilidad de oxígeno). Algunas poblaciones que viven en altitudes elevadas han desarrollado ciertos polimorfismos en el gen EPAS1 que les permiten adaptarse mejor a la hipoxia. Estos polimorfismos podrían conferir ventajas en deportes de resistencia en altitud, como el atletismo de fondo en regiones montañosas.
Aquí te presentamos 3 genes que han sido suficientemente estudiados y, por tanto, conocemos sus implicaciones directas en rendimiento deportivo.
No obstante, existen multitud de genes - y combinaciones de los mismos - que influyen en menor o mayor medida en las capacidades psicomotoras de cada persona.
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