El mundo de la genética y biología molecular está creciendo muy rápidamente y en ocasiones el uso de estas tecnologías no se hace para mejorar la salud y la calidad de vida y surgen problemas éticos y sobre todo de salud.
En el mundo del rendimiento deportivo, se está comenzando a hablar mucho de un tipo de procedimiento para mejorar el rendimiento desde el ADN, el llamado DOPAJE GENÉTICO.
El dopaje genético se refiere al uso de tecnologías y técnicas genéticas para mejorar el rendimiento deportivo. Implica la manipulación del material genético de un individuo con el objetivo de mejorar sus capacidades físicas y atléticas.
A diferencia del dopaje convencional, que implica el uso de sustancias o métodos para mejorar el rendimiento, el dopaje genético se centra en la manipulación directa de los genes del individuo. Esto se puede lograr a través de diferentes enfoques, como la terapia génica o la modificación genética.
La terapia génica implica la introducción de genes exógenos en el organismo con el fin de mejorar ciertas características. Por ejemplo, se podrían introducir genes que promuevan el crecimiento muscular, la producción de glóbulos rojos o la recuperación más rápida de lesiones.
La modificación genética implica la alteración directa del material genético existente en el individuo. Esto se puede lograr utilizando técnicas de edición genética, como CRISPR-Cas9, que permiten modificar genes específicos para obtener los resultados deseados.
Aun así, es improbable ahora mismo que en el futuro se pueda descubrir que estrellas de nuestro presente se han ayudado de este dopaje porque el método de detección tiene que ser en el acto.
Al final, se inyectan un virus y va a modificar la cadena de ADN por un tiempo limitado. Luego, ese plásmido se va y el ADN vuelve a ser el mismo que había desde el nacimiento y no se puede detectar.
Es necesario que se detecte cuando esa proteína transgénica está en el organismo. El producto, que tiene una duración estimada de un periodo de unos tres meses, pasado ese tiempo es muy difícil de detectar. Por eso es un dopaje que llama la atención, porque no deja rastro.
Parece un maquiavélico invento del futuro para poner las medallas y los campeonatos al alcance de aquel que tenga unos cuantos de cientos de miles de euros.
Una técnica que asegura beneficios físicos, que no puede ser detectada por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y que, además, no conlleva el riesgo de desmontar el fraude en el futuro.
Es importante tener en cuenta que, hasta la fecha, el dopaje genético no es una práctica ampliamente utilizada ni está aprobada por ninguna organización deportiva. Existen preocupaciones éticas y de seguridad en torno al dopaje genético, y su uso está prohibido por el Comité Olímpico Internacional (COI) y otras organizaciones deportivas.
Es fundamental que el deporte se base en principios de igualdad, integridad y juego limpio. La manipulación genética para obtener ventajas competitivas socava estos principios y puede tener consecuencias negativas para la salud de los deportistas; TRUCAR EL ADN NO ES LA SOLUCIÓN PARA EL ÉXITO.
Sin embargo y gracias a SPORTNOMICS, conocer tu ADN y optimizarlo es tu éxito en el rendimiento deportivo y tu calidad de vida.
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